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24 de março de 2019 às 20:42 36 views ❝Dicen que soy tierna & una sentimental, & quizá están en lo correcto. Me movilizo particularmente por aquellos que me aman & a quienes amo. Es cierto que tengo un gran sentido de la amistad, de la solidaridad, & que me siento atraída por lo irracional, los misterios, lo extraño, lo mágico & lo fantástico, ¿acaso soy la única que ha notado las sucesos extraños que ocurren en el pueblo?. Me gusta cooperar con mis pares & sé dar muestras de conciliación. No siempre soy fácil de alcanzar, ya que tengo mucho pudor, un exceso de reserva & timidez, acompañados de dificultades de comunicación. También soy fina e intuitiva, espero que me descubran, & a menudo espero mucho tiempo… Sin embargo, soy una compañera fiel❞. ▬ Lexie Adelaide Blight. Veinte años. Estudiante de literatura. Trabaja en la biblioteca del pueblo. ✿✿✿. Un 23 de febrero de 1999 nacía la última hija de Theodore y Galilea Blight, más precisamente a las 4:30 am y fue bautizada bajo el nombre de Lexie. La pequeña de grandes ojos azules fue criada con amor y protección toda su vida; no eran de las familias más adineradas en Ipswich, pero al menos les alcanzaba para ser felices y tratar de darle los gustos a sus hijos. Desde muy niña Lexie siempre fue del tipo extrovertida, tímida y retraída, vivía en su propio mundo de maravillas y aquello a veces la metía en problemas, sobre todo en el colegio. Su madre, siempre veía a Lexie como la más sensible de sus hijos, y cierto era, pues ella lo demostraba siempre, aunque se le veía a leguas aquella sensibilidad nata. Mediante iba creciendo se interesó por los libros de cuento, sus favoritos eran aquellos en donde la magia y el misterio hacían sus apariciones; llegando a su adolescencia se volvió una chica más abierta, pero siempre conservando su humildad y ternura. A sus 16 años decidió que quería estudiar literatura, puesto que los libros y sus historias lograban atraparla en cada página que ésta leía. Ése mismo año su padre al fin pudo abrir su propio taller mecánico y logró llevarse la fama del mejor de todo Ipswich, por ende comenzaron a tener un poco más de dinero; pero la desgracia no tardó en aparecer, cuando a la madre de Lexie se le detectó leucemía avanzada. Aunque su padre hizo lo imposible para pagar los tratamientos, Galilea falleció dejando a Theodore a cargo de la casa, el taller y sus dos hijos; aquel año fue el peor para la menor de los Blight, puesto que a ella fue a la que más le afectó la pérdida; pero de todas formas debía seguir, sabía que dónde quiera que su madre estuviera se sentiría orgullosa de ella. Apenas se graduó de prepa entró a la universidad a estudiar literatura, carrera la cual sigue actualmente, tambien consiguió trabajo en la biblioteca pública del pueblo, no sólo para ayudar a su padre con las cuentas si no también porque adora hacer aquello, estar rodeada de libros e historias; como la de Ipswich que luego de varias investigaciones ha llegado a la deducción de que no todo allí es lo que parece y que hay algo detrás de las cinco familias más antiguas que llama mucho su atención. ¿Será que Lexie está a punto de descubrir el gran secreto que han guardado por cientos de años? 1. xnoha 24 de março de 2019 às 21:32Ooc. Hasta pasó por mi mente tirar la toalla jajajaja
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2. xkylie 24 de março de 2019 às 23:35l l Es una belleza Y* ^ :3
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3. xnoha 25 de março de 2019 às 00:24Ooc. Que bueno que no lo hice
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4. xnoha 25 de março de 2019 às 01:18El mayor de los Kedward elevó ambas cejas cuando ella mencionó lo de las clases de cocina ¿de verdad? últimamente varias personas le habían estado haciendo la misma petición y claro, como no esperarse eso si era uno de los mejores chefs del pueblo, sino es que el mejor aun a su corta edad, tomando en cuenta la experiencia que muchos otros tenían, como Gordon Ramsay ¡su chef favorito y a quien quería conocer en persona! y, a comparación de él, se sentía un inexperto y el peor de todos.
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5. xnoha 25 de março de 2019 às 02:13Observar la sonrisa de Lexie cuando ella escuchó nuevamente el apodo que le puso, para él fue uno de los mejores momentos hasta ahora, luego del casual encuentro durante el día de descanso de ambos. Asintió una sola vez luego de que ella hablara — Eso quiere decir que volveremos a salir — Repitió lo que ella había dicho segundos atrás, sólo que ahora él lo afirmó y la idea le agradaba, comenzaba a pasar un agradable momento con quien fuera su vecina desde hace varios años ¿cómo no habló con ella antes? se arrepentía de haber estado sumido en su propio mundo, donde no permitía que alguien extraño entrara en el.
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6. xmargo 25 de março de 2019 às 15:08out: Hola, estuve ausente así que te dejare un mini strater, espero que no te moleste! 7. xumma 25 de março de 2019 às 15:25Enarqué una ceja, vaya que Cutterbach era muy sonado por los pasillos de la universidad —Vaya— comenté con una mueca de desagrado —lamento que te haya tocado a ti. Creo no lo tengo este semestre o el año pero seguramente en algún punto me lo toparé y necesitaré ayuda para sobrellevarlo— mordí mi labio inferior esbozando una sonrisa antes de poder darlo un trago a mi bebida —¿tienes planes para más tarde?— pregunté con curiosidad a la castaña. Iría a por unos libros y, sinceramente, no me apetecía ir sola. 8. xnoha 25 de março de 2019 às 19:04Debía admitir que jamás esperó pasar un momento tan agradable con ella como este, sentía que poco a poco su conversación iba siendo más fluida y que la confianza entre ambos iba creciendo. Cuando ella lo llamó por su apellido volvió a sonreír, jamás nadie había hecho que sonara tan bien y le agradaba, podría acostumbrarse a que sólo lo llamara de esa forma, él usaría siempre con ella su sobrenombre. — Por nada, me gusta la sinceridad —Volvió a llevar a su boca un par de cucharadas de helado antes de volver a hablar, ya no volvería a dudar de lo que ella le dijera, como lo hizo el día anterior sobre si había leído o no La Divina Comedia. Inclusive dejó escapar una ligera risa luego de ver como ella fingía sentirse ofendida — Tendré altas expectativas sobre ti entonces — La observó directamente a sus ojos, algo que comenzaba a gustarle, además, así podría darse cuenta también de la sinceridad de sus palabras. Él tampoco deseaba tener el odio de ella. — No... No creo llegar a odiarte. No podría... Al menos no ahora — Decidió bromear un poco, pero lo que sí era seguro es que eso sonó mejor en su cabeza.
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