yukifanfics

25 de setembro de 2016 às 03:51 71 views

La guerra, la tregua y la paz: Capitulo final.

Todo terminado para Rina en cuanto vio caer a Gin, el ser que vivía dentro de ella por fin podía apoderarse por completo de aquel cuerpo y manipularle a su antojo. Cada parte de su ser ahora le pertenecia a Hone: La mujer de hueso.

Frente a ella se suscitaba algo sin precedentes. Todos unían sus fuerzas para poder vencer al ser que trataba de destruir todo el reino, a quien ya había cobrado bastantes vidas y parecía que lo único que traía era destrucción, dolor y miedo. El ser aquel deformado empezó a crecer mas y mas ante la mirada atónita de todos aquellos que hora eran guerreros, que ahora luchaban por un mismo fin.

A pesar de que tenían miedo no se dejarían vencer. Kikyo era la más afectada de momento, se sentía bastantes mal, estaba mareada y el dolor en su cuerpo era insoportable, pero no tanto como el dolor de ver a Yuu vencido, tirado en el suelo mientras la sangre abandonaba su cuerpo con rapidez. Yuu por su lado no podía hacer nada, el también sentía mucho dolor e impotencia, en esa situación era imposible que pudiese ayudar a Kikyo, temía más por la vida de ella que por la propia, se había dado cuenta que la amaba como a nada en el mundo, incluso más que a su vida, de pronto su mirada se nublo y dejo de escuchar ruido: había perdido la consciencia.

Date por vencido maldito demonio, te aseguro que no saldrás de esto —Grito Date con fuerza, estaba agotado pero lucharía hasta morir de ser necesario— Ya te dejamos hacer mucho daño...¡Pero no más!

De repente de la espalda de Hone comenzaron a salir unas grandes alas, era una especie de dragon conformada solo por huesos, aquel aleteó comenzó a crear un enorme tornado en el cual quedaron dentro —Ustedes, pequeños seres insignificantes no podrán conmigo...no me dejaré vencer por pequeñas sabandijas— Proclamo con una voz que evidentemente no era de este mundo, era una especie de voz metálica que lastimaba sus oídos.

Lo que tú no sabes es que el poder del amor siempre es más fuerte, el poder de la amistad. Todos los que estamos aquí ni siquiera nos conocíamos, aunque no lo creas gracias a ti grandes amores y amistades han surgido. Gracias a tus acciones hiciste que se reunieran los que te van a destruir—Grito la princesa con fuerza mientras enfrentaba a aquel ser, en sus manos tomaba con fuerza su cristal el cual poco a poco empezó a tornarse brillante.

Ja ja ja —Carcajeandose el estiro sus manos hacia la princesa y la tomo entre sus huesudas garras que ahora eran bastante enormes— No me vengas con cursilerías, tu seras la siguiente... Princesita.

Li Naotora estaba muy alerta pero solo observaba, pudo notar como en todo momento Hone protegía su corazón, ahí debía ser donde habitaba aquel ser. En cuanto vio que la princesa corría peligro se aproximó pero Date se interpuso —Aun no podemos atacar, es demasiado fuerte para nosotros...

No se preocupén yo la debilitare —Dijo Kikyo— P-podrian s-solo distraerla un poco...no dejen que dañe a Usagi...

Todos asintieron incluso Mamuro que era el mas vulnerable e inexperto de todos, pero era obvio que no dejaría que le pasara algo a la princesa. Se pusieron en circulo alrededor de Hone cada uno envainando sus armas.

De un momento a otro y cómo si pudieran comunicarse de alguna manera Kikyo y Usagui entraron en una especie de trance.

Espíritus de mis ancestros que se alojan en estos sellos ayuden a derrotar a este ser que amenaza con la armonía creada por ustedes, los espíritus del bosque y las divinidades del universo —Mientras Kikyo hacía aquel rezo una luz de tonalidad rosada envolvía su cuerpo al mismo tiempo que flotaba, los sellos que lanzaba contra Hone parecía que le hacia daño pues dejaba salir gritos casi berridos, se sentía morir pues estaba dejando todas sus fuerzas y energía en su único propósito: derrotar a Hone Onna.

¡Diamante lunar dame tu fuerza, diamante lunar activate por el poder del amor y la amistad, diamante lunar activate! —Usagui lo hacia al mismo tiempo que Kikyo y la luz que envolvía a ambas se hizo tan potente que prácticamente enceguecía a los presentes. Ambas rezaban con tal fuerza que sus puntos de luz se activaron al máximo y elevó sus almas más haya del entendimiento humano. Por supuesto esto no paso desapercibido para el ser demoníaco que ahora era Hone, soltó a la princesa de tajo pues se debilitaba cada vez mas, pero esta ya se había elevado junto con Kikyo al unisono de sus resos.

Su corazón, tenemos que atacar su corazón —Grito Li Naotora mientras corría hacia Hone con su espada envainada y ante la mirada atónita de los presentes.

Naotora no...—Date reaccióno tarde pues Li ya estaba a escasos metros Hone, esta deslumbrada por la luz que soltaban aquellas míticas mujeres se movía torpemente y aquel movimiento impedía que Naotora se acercase lo suficientes— Estas loca mujer— Date corrío tras ella y estuvo a punto de alcanzarla pero fue alcanzando por una de las gigantes garras de la bruja, lo cual le hizo volar unos metros y caer al suelo completamente inconsciente.

¡No! No...no —Con mucha furia y coraje Li Naotora empuño con ambas manos su espada y se lanzó contra Hone dando un salto que a vistas ajenas asemejaba el vuelo de un ave de metal— Dejaras de hacer daño...dejaras...—Dejo que la fina hoja de su Katana se clavara en el pecho de aquel ser. Lo más extraño de la situación fue que al momento de perforarle el corazón una especie de visión se presentó frente a ella. Era de una niña pequeña llorando y un niño de cabellos blancos consolándola, esos niños tomados de la mano fueron cambiándo de escena, como si de una película se tratase. Muchas de aquellas visiónes ellos la pasaban mal pero siempre juntos, en la escena final se dibujo la muerte de Gintama y un dolor indescriptible se fusionó en Naotora, miro a los ojos del moustro y por un momento pudo jurar que lloraba— Perdón...—Dijo Naotora llorando, no pudo evitarlo.

Justo al momento en que el Hone cayo derribada, Kikyo y La princesas descendieron, pero parecía que para la sacerdotisa era tarde, en cuanto toco el suelo su cuerpo se desvaneció. Todo era confusión pero parecía que todo había terminando, ahora solo quedaba juntar los añicos que había dejado aquella devastadoras guerra, del bien contra el mal.

Li Naotora miro unos segundos mas, poco a poco el ser tomaba forma de una frágil joven, no podía evitar verla con lástima y lágrimas es los ojos. Se acercaron sus guerreras para sacarla del ensueño. Le señalaron el recuento de los daños, se pusieron manos a la obra y corrieron para ver a los que mas daño habían sufrido, aún había mucho por hacer.

El rey Taisho llego en sus caballos, de lejos podía verse como el cielo volvió a su color normal. En cuanto llegó corrió en busca de Usagui, esta se encontraba al lado de Kikyo, al parecer toda señal de vida la había abandonado.

Papi...padre, no pude, no pude salvarlos a todos. Tantos murieron y dieron su vida por esto, por mi —Usagui miro con lágrimas en los ojos a su padre, él no pudo hacer más que abrazarla con fuerza. De lejos pudo ver a Mamuro, asintió con la cabeza en forma de agradecimiento.

Con el rey había llegado Hitomo, que al ver en el suelo a Kikyo ordeno llevarla de inmediato con él. Poco a poco la gente se fue dispersándo, por su parte Li auxilió a Date que sólo había sufrido un pequeño golpe. Li y sus guerreras decidieron acompañarlo y con ellas se llevaron a Yuu que se encontraba en muy malas condiciones.

¿Que hacemos con ella? Parece que aún respira, pero esta bastante mal —Dijo Sakura señalando el cuerpo de Rina en el suelo.

Cubrela, vendrá con nosotros—Dijo Date convencido mientras todos emprendían camino lejos de ahí.

Unos días después el rey Taisho decidió organizar una fiesta por el regreso de su hija, a pesar de lo que había pasado en el último baile el rey ahora confiaba en su hija y en el poder que en ella vivía, además de la fuerza y entereza que había demostrado poseer.

Para los demás que habían luchado aquel todo mejoraba. Yuu se había recuperado bastantes bien gracias a los cuidados que había recibido por parte de Date y Lo Naotora. Él ya se encontraba fuera de peligro pero algo inquieto pues no había tenido la oportunidad de ver o saber de Kikyo, lo único que habían podido averiguar era que seguía viva. Por lo tanto aquel baile era la oportunidad perfecta para contactar.

Por su parte Kikyo se encontraba en el castillo de Hitomi, el primer día todos pesaron que moriría, pero Hitomi estuvo todo el tiempo a su lado y lograron que se estabilizara, una semana después ella despertó pero no lograba recordar mucho de lo que había pasado, incluyéndo a Yuu.

Y mas haya en las montañas el pequeño clan de Sesshomaru y Mamuro se recuperaba, el pequeño castillo había quedado prácticamente destruido, pero lo que mas dolía era que la muerte de su líder. Mamuro había desidido diluir el clan. Mucha gente había muerto y el sabía que no contaba con el liderazgo de su hermano mayor. Había hablado con el rey pidiéndole ser el nuevo guardián de la princesa, no sin antes entrenarse para ser el más fuerte. El rey le había ofrecido restaurar su castillo y ahí mismo se entrenaría una tropa especial para el cuidado de Usagi, era lo menos que podía hacer después de todo.

La noche del baile llego. La princesa se encontraba un poco alejada de la multitud, a lo lejos podía ver a las personas, todos estaban radianes, aún en sus rostros había un dejó de preocupación, pero con el pasar de la noche todos se iban relajando. La princesa sonrió un poco y se alejo a los jardines, caminó hasta el puente tradicional japonés y se puso a observar los peces Koi mientras se acomodaba las mangas de su kimono que de alguna forma le molestaban.

¿Te acostumbraste a ser una chica de pueblo con ropas ligeras? —Mamuro preguntó al momento que se posaba tras de Usagi—

—Mas bien de una guerrera —Contesto en broma dando una medía vuelta para quedar frente de él.

La flor de loto no perdería su belleza aún si estuviese entre fango y suciedad —Acaricio la mejilla de la princesa, la cual se sonrojó un poco.

Ya me enteré que mi padre te ha nombrado mi guardian —Cambio de tema abruptamente— ¿Puedo confíar en ti...?

Sin duda princesa, daré mi vida por usted de ser necesario, daría todo por ti Usagi —Esto último lo dijo de manera informal, se acercó poco a poco a su rostro y esta vez ella no se alejo—

¿Q-qué tratas de hacer Mamuro...?—Le miraba a los ojos fijamente.

Tú sabes que haré —La tomo de la nuca y de forma un poco brusca comenzó a besarla. Usagi en un principió se resistió pero decidió seguir y se abrazó del cuello de mamuro.

Mi padre no aceptaría esto nunca...—Dijo entre los labios del chico.

Ese sera otra guerra que tendremos que pelear —Sonrió y le tomó la mano— ¿Me acompañas por esta noche?

Usagi sonrió y juntos comenzaron a caminar hacía el bosque, de lejos el rey vio todo.

Mi señor ¿Lo seguimos?—Le preguntó uno de sus soldados al rey.

No, deja que disfruten un poco, solo por hoy los dejaré tranquilos —Nego y entro al salón cuando de lejos vio llegar al terrateniente Hitomi y de su brazo venía la sacerdotisa. De inmediato caminó hacia el para darle sus saludos.

Hitomi, pudo venir —hizo una venía y después se dirigió a Kikyo— Me alegra ver que este mejor, mi hija ahora no esta...pero ella fue a verla cuando estaba convaleciente.

Es un honor que me dirija usted atención, yo aún estoy un poco confundida...no logró recordar que paso~

Oh mi señor, desde que mi sacerdotisa despertó de sus fiebres no ha podido recordar mucho. Me atreví a traerla para ver si podía recordar algo.

Ya veo, ya veo. No tarda en llegar Date Masamune con su prometida Li Naotora, quizá si logra hablar con ellos su mente se diaperse.

Kikyo solo escuchaba pero no lograba recordar mucho, escuchaba una lluvia de palabras que poco entendía. La noche transcurrió tranquila, hubo una presentación Kabuki y todos se trasladaron al jardín principal donde se presentaría. Date y Naotora llegaron un poco tarde, con ellos iban sus astutas guerreras y un lastimado guerrero, pero el mas fuerte: Yuu.

El rey en cuánto vio llegar a aquella imponente pareja ordeno que estos se sentaran a su costado. Yuu se quedo un poco lejos, aún le dolían las costillas y no estaba de humor. Los días habían transcurrido muy lento y no había podido acercarse al palacio de Hitomi para informarse de su amada. De pronto y entre la gente la cara de Kikyo sonriendo se iluminó — E-es ella, esta bien...esta viva— Sus ojos se llenaron de lágrimas y quiso acercarse de inmediato pero se detubo al verla al lado de Hitomi, estaba sonriendo se veía feliz. Pensó que quizá ella se había decidido por su señor, lo cual era lógico pues era sabido que la sacerdotisa se convertiría en la esposa del terrateniente tarde o temprano. Suspiró y decidió verla de lejos, todos sonreían con la presentación; él lo hacía por ella.

Un par de horas estuvo ahí, de pie, soportando el dolor y cansancio, justo cuándo se iba a marchar Li Naotora lo tomo del brazo, ella también lucia muy guapa y femenina en un yukata —¿A donde se supone que vas? Ahí esta Kikyo, estabas ansioso por verla, en tus locos desvaríos solo decías su nombre— Bromeó un poco.

Ella ya no me necesita, esta feliz...—Se soltó con respeto— Creo que de daré mi saludos y después me marcharé, no me siento del todo bien~

No Yuu, tú no comprendes, ella no puede recor...—Antes de que terminará de hablar Yuu se había alejado.

¿Qué crees que pase con esos dos? —Date se acerco por la espalda.

Temo que sea una historia que solo unos cuantos sabremos —Nego sonriendo un poco— ¿Has visto a la princesa?

Umhh me comentan que se fue con su nuevo guardian, ese chico que la acompañaba ¿Mamuro?

Naotora comenzó a reír—Todo esta tomando el camino que debe tomar.

Yuu se acercó al Rey para dar sus saludos y junto a él estaba Hitomi, ambos se miraron de forma desafiante.

Vaya, hasta que uno de mi guerreros mas valientes da a cara.

Se equivoca mi señor, yo ya no soy su guerrero. Sabe bien que usted me desterró y ahora tengo un lugar donde puedo quedarme —Respondió Yuu sin miramiento alguno.

¿Es verdad que ha dejado ir a este valiente hombre? —Exclamo con sorpresa el rey— Sería un honor que formara parte de mi tropa.

Lo siento, para mi sería un honor pero he decidido por un tiempo alejarme, quizá vaya a refugiarme a lo mas recóndito del bosque para sanar...

Kikyo estaba tras de Hitomi y Yuu no lo había notado, en cuanto vio sus ojos trastabilló un poco. Ella le miraba confundida pues en su mente empezaron a formarse imágenes que ella no había logrado recordar antes ¿Cómo podía ser posible si era un guerrero de su señor con quien apenas había cruzado un par de palabras?

Creó que es momento de irme —Se disculpó Yuu sin dejar de ver a Kikyo. Se acerco un poco a Hotomi y susurró — Mas te vale que sea feliz...

Yuu dio una reverencia formal a ambos hombres y dio a vuelta para caminar fuera del lugar. Kikyo sintió ganas de seguirlo, no sabía porque. Al verlo salir su corazón se encogió y un golpe de imágenes invadió su cabeza, recordó todo, cada una de las cosas que habían pasado.

No, no...Yuu, no te vayas...—Dio unos pasos y después volteo a mirar a Hitomi.— Lo siento ~

Anda ve, no te detengas ni por mi ni por nadie —Respondio el terrateniente resignado.

Sonrió feliz y salió corriendo tras de Yuu, este no iba muy lejos. Las heridas hacían lento su caminar, iba cabizbajo— ¡Yuu, Yuu! ¡Espera!— Corrió hasta el y lo abrazo con fuerza — Yuu...Yuu —Con lágrimas en los ojos— Perdoname, perdón mi amor...

¿Qué pasa Kikyo...? Creí que habías decidido quedarte con Hitomi, yo solo soy un hombre que sabe pelear, no tengo mucho para ofrecer.

Pero yo quiero estar contigo...Ahora que te vi mi corazón se aceleró y mi mente se esclareció, pude recordar y sé que quiero estar a tu lado, no me importa nada —Lo abrazó con un poco más de fuerza.

Kikyo...Kik..ky..o

¿Qué pasa, tú no quieres estar conmigo?—Pregunto con un tono de tristeza.

Kikyo...me estas lastimando...

¿Por qué? Yo solo quiero estar contigo y no puedes culparme de haberte abandonado, yo no recordaba na...

Yuu tomo su rostro y dio un pequeño beso en su frente —Estas lastimándo mis costillas— Rió un poco y puso la cabeza de la sacerdotisa en su regazo— Te amo Kikyo~

Ella sonrió un poco y dio un pequeño golpe en su pecho, después tomo su mano y comenzó a caminar —¿A donde vamos?

Yuu se encogió de hombros— ¿A salvar el mundo?

Eres un tonto Yuu...

Desde el portal Date y Naotora observaban— ¿Crees que vayan a estar en la boda? —Pregunto date.

¿Ya es oficial? —Li preguntó con despreocupación aunque estaba feliz.

Ya has sido presentada a todos como mi prometida, ya no puedes dar un paso atrás.

No estés tan seguro, tengo experiencia en bodas fallidas —Comento en broma y riendo por lo bajo.

Pero esta vez no habrá quien te salve, estarás condenada a estar conmigo el resto de tu vida—Beso su cabeza y esta mirando a lo lejos la pareja que se alejaba suspiro un poco — ¿Te encuentras bien? —Pregunto al verla un poco ida.

Todo esta bien, solo pensaba en ese día, pero estoy segura que todo saldrá bien y seremos felices ¿Cierto?—Date asintió y volvieron a la fiesta pero nada estaba bien. Desde que habían ganado la batalla a ratos Li se sentía triste, pudo experimentar el dolor de Rina y sentía que algo no estaba bien ¿Por que le había pesado tanto? Aquella opresión en el pecho no la dejaba estar del todo cómoda.

Mientras tanto en Oshu, Sakura vigilaba muy de cerca a una persona convaleciente en una oscura habitación. Rina había sobrevivido como de milagro, su cuerpo estaba hecho jirones y la herida no dejaba de sangrar, pero aún así no dejaba este mundo

Pobre mujer ¿Como pudo causar tanto daño? —Sakura estaba sentada comiendo una mandarina cuando vio como la joven habría los ojos —Ah despertado! —se acerco un poco más — ¿Estas bien?¿Puedes oírme? — Una de las puertas que daba al jardín y a pesar de ser muy tarde una luz cegadora se colo— ¿Que diablos pasa? — Sakura dio unos pasos atrás.

Rina abrió un poco los ojos y en entre la luz miró a Gintama, sonrió un poco y entre abrió los labios resecos —Gin...Gin...—Susurro como pudo.

Sakura no lograba entender pues no veía nada mas que la luz.

Te dije que jamas te dejaría sola, para la eternidad Riña, mi niña, mi Rina~

Gin —Los ojos de Rina se llenaron de lagrimas— Y..yo no quería, yo...yo —Las lágrimas rodearon sus mejillas.

¿Estas bien? Ahora buscare un doctor, y estarás bien —Sakura intentaba consolar a la muribunda.

Gin le extendió la mano y Rina la tomo, se sentía mas ligera y nada dolía, se aferro a Gintama y lo beso con fuerza, de pronto la luz se esfumó y sakura se acercó al rostro de Rina pues intentaba hablar.

Perdón... —Dijo claramente y cerro los ojos para siempre, había muerto pero extrañamente lucia con paz.

Justo en ese momento las tres chicas sintieron paz, incluyéndo a Li Naotora, rieron con mas seguridad y disfrutaron con más pasión, por fin con todo había terminado...

¿O no?