Visitors
Today:
1
|
29 de setembro de 2023 às 06:30 18 views
—No. Bagman parecía algo contrariado. —Te espero, ¿quieres, Harry? —No, no hace falta, señor Bagman —respondió Harry reprimiendo una Harry y Krum dejaron juntos el estadio, pero Krum no tomó la dirección del barco de Durmstrang. En vez de eso, se dirigió hacia el bosque. —¿Por qué vamos por aquí? —preguntó Harry al pasar ante la cabaña de Hagrid y el iluminado carruaje de Beauxbatons. —No «quierro» que nadie nos oiga —contestó simplemente Krum. Cuando por fin llegaron a un paraje tranquilo, a escasa distancia del —«Quisierra saberr» —dijo, mirándolo con el entrecejo fruncido— si hay algo «entrre» tú y Herr... mío... ne. Harry, a quien la exagerada reserva de Krum le había hecho creer que —Nada —contestó. Pero Krum siguió mirándolo ceñudo, y Harry, que —Herr... mío... ne habla mucho de ti —dijo Krum, mirándolo con recelo. —Sí —admitió Harry—, porque somos amigos. No acababa de creer que estuviera manteniendo aquella conversación con Viktor Krum, el famoso jugador internacional de quidditch. Era como si Krum, con sus dieciocho años, lo considerara a él, a Harry, un igual... un verdadero rival. —«Vosotrros» nunca... «vosotrros» no... —No —dijo Harry con firmeza.
|
%LOGIN% %TIMESTAMP%
%COMMENT%