staywithme
Visitors

Today: 0
Week: 12
Total: 27.366

%AVATAR%

%LOGIN% %TIMESTAMP%

%COMMENT%

24 de maio de 2017 às 09:19 20 views

 

Estoy en un bosque, sentada frente a un árbol elevado y comienzo a recordar aquel día en su casa de Madrid...
Salí al balcón. Todavía tenía el pelo chorreando de la ducha.
Me detuve a observar cada rincón desconocido. Nunca había visto algo parecido; ni siquiera en ninguna otra parte del mundo.
Sí, me estaba enamorando. 
Me impresionaba todo lo que sus ojos podían ver cuando yo no estaba.
Entonces percibí sus manos, se entrelazaban con mi cintura y ponía esa voz tan tonta que me vuelve loca; todavía sigo oyéndola cada vez que imagino su risa en mi cuello.
Me enfurruñaba cuando me decía que le gustaban mis moflis (mofletes). A veces no entendía nada pero en ese instante lo sentí todo y nada más importaba.
El tiempo se detuvo, era tan irónico que pasara tan rápido... 
No quería irme de aquel maravilloso recuerdo.
No había motivos para volver adentro de la casa. Pero cuando sus manos recogieron mi cabello colocándolo detrás de la oreja y escuché su respiración, me di cuenta que estaba equivocada. Si que había un motivo. 
Nunca creí que pudiese sentir algo así. Tenía miedo, miedo de entrar, de entrar en él.
Pero el impulso de mi cuerpo se arriesgó, y cuando me di cuenta que la única salida estaba en sus ojos, me besó. Fue como saltar hacia la otra dirección y contemplar el vacío. 
Pero al mirarlo, todo fue diferente; me perdí para poder encontrarme. 
Empezó a llenar cada rincón de mi ser: de lunas y girasoles, árboles y constelaciones, un mar infinito...
Lo hicimos. Creamos nuestro propio balcón. 
Y hoy estoy con él frente a un árbol a 505,50 km de distancia.
Le siento tanto... sus abrazos siempre me acompañan para no perderme en el camino de regreso a su boca.


 

Subscriptions with local payment methods

Unlimited photos

Subscribe to Meadd