labyrinth

28 de junho de 2022 às 02:39 66 views

"Jack", "¡Jack!"
Gritaba el que ahora era un joven. "Ayúdame, por favor". Suplicaba. 

"¡Jack! Te prestaré mi cuerpo, pero por favor... No me dejes solo esta noche."
Dijo antes de destrozar el espejo frente a él. Aquel lugar en el que aquel hombre aparecía. 

"¿De qué tiene miedo? ¿De morir o estar solo cuando eso pase?" Se escuchó una voz tras él. 

"Jack, te lo suplico. No entiendo qué está pasando."  Su mirada denotaba terror.

"Mi pobre y patético niño. Es tan tierna la manera en la que usted se sigue aferrando a la luz como si puediera alcanzarla. Debe estar bastante desesperado para llamarme a mí. ¿Acaso quiere que yo lo salve? ¿Vuelve a mí por protección? ¿Qué lo mantiene atado aquí? Vamos... Bese mis labios, y todo el dolor terminará."

"No... Haz el daño que desees con mi cuerpo, pero no puedo entregarte mi vida aún. Te he suplicado venir para evitar que ellos me lleven." El joven extendió las manos hacia él, bañadas en sangre por los cristales que se clavaron cuando éste destruyó aquel portal. "Bebe toda la que desees. Pero por favor, sálvame."

"Después de tantos años... Qué grosero se ha vuelto. No nos hemos visto en años y me exige un favor así. Además...¿Usted ha olvidado la manera en que me pagaba por mi protección?"

"No puedo entregarte lo que deseas... No puedo perder ni uno más. Mi vida ha comenzado a avanzar. Dijiste que podría intentarlo hasta que te suplicara que me llevaras contigo. De niño, fuiste tú quien me salvó sin pedir algo a cambio. Por favor, sólo esta vez ayúdame. Lo único que te pido es esta noche."

"Sabe que no me puedo resistir a su miedo. Lo haré por los viejos tiempos, esos en los que nos divertíamos tanto usted y yo. Pero deberé negarme a hacerlo sin ningún tipo de pago, tomaré uno de esos, el que yo desee, si no, esta misma noche desgarraré su pecho y extraeré todo rastro de vida de usted. No perderé mi tiempo en un ser que ya es mío."

"Es un trato justo ..."

"En ese caso, venga usted a mi manto. Protéjase como cuando tan solo era un infante y sostenía sus juguetes en su pecho pensando que eso podría alejarlo de los verdaderos demonios de su realidad. ¿Cuándo entenderá que el estar vivo es el verdadero castigo y por fin vendrá conmigo?."

El joven se acercó a la oscuridad de su habitación con el rostro bañado en lágrimas. 

"Sabe bien que debió comer sus dulces. Veremos adónde iremos esta noche, mi estúpido niño. Le prometo que esta noche no sentirá más dolor."