kairos

14 de janeiro de 2020 às 13:30 74 views

     Fueron idolatrados por los mortales comunes, se les dieron habilidades de las que una persona normal podría tener y se les creyó a las respuestas que tenían después de que sucedía a cada temblor de la tierra, cada bendición y cada plaga. Se levantaron monumentos en su honor y se lucharon guerras en sus nombres,

El tiempo, sin embargo, es implacable. Los templos caen en ruinas, la belleza se marchita y el oro pierde su brillo con el paso de los siglos. La dependencia se convierte en desafío. Las mentes rebeldes, demasiado curiosas y ansiosas por cambiar un mundo que cambia rápidamente, se ponen de pie y, de repente, los héroes se vuelven casi enemigos y los dioses dejan caer la mano sobre aquellos que alguna vez pidieron algún favor y  al final los dioses terminan por enviar diversos castigos para alimentar y desatar la oscuridad y todo lo malo sobre los humanos y su mundo.

  El olvido es una muerte silenciosa, por lo que “mueren”, permitiendo que el eterno Dios tome sus espíritus y encerré sus almas. El ciclo, sin embargo, se renueva para cada creyente que todavía está ahí afuera, para la gloria de los inmortales y las almas de aquellos que aún son divinos.

Se mantienen escondidos en Kairós (uno de los muchos nombres dados al tiempo) y el tiempo los mantiene con “vida” al paso de generaciones, siglos y milenios hasta que el mundo vuelva a sentirse bien para aceptarlos de nueva cuenta. En una época en la que los mortales encuentran su indulgencia en caminos pecaminosos y cultos oscuros,  de una ciudad que nunca parece detenerse, el momento oportuno está ahí. Una oportunidad para poner almas caóticas en un ambiente tan apropiado para ellos.

Los espíritus y almas que se encontraban encerrados en KAIRÓS fueron liberados y se encuentran floreciendo dentro de los cuerpos de humanos normales, de pende del tiempo en la cual su “singularidad” comienza a aparecer, ya sea a muy temprana edad o progresivamente. El despertar variará de persona a persona, pueden existir niños de 6 años que comienzan a experimentar “cambios”, algunos otros pasan por la pubertad sin cambios significativos, todo depende de la manifestación del espíritu y su propia aceptación al cuerpo que pertenece.  Son llamados “late bloomers” aquellos cuyo espíritu aún no se ha despertado, sigue atado a los sueños, a los recuerdos de su antigua vida.

A lo largo del despertar, el dios interior da forma a su “caparazón humano” para que sea algo similar a lo que alguna vez fueron, pero todavía tienen su propia individualidad, especialmente si el espíritu sufre un despertar tardío.  Las personas suelen experimentar cambios en su forma de pensar y actuar, desarrollando ciertos rasgos que antes no eran tan prominentes. Por ejemplo; alguien nacido con el espíritu de Atenea,  será alguien con una gran capacidad intelectual e impulsado por la justicia, incluso pueden sufrir esos cambios antes de que el espíritu interno se manifieste porque cada espíritu de un Dios se conforma con su contra parte humana perfecta.  Sin embargo, algunos experimentan los cambios más delante de sus vidas,  llegan a sentir que han cambiado a través del despertar o reconocer su propia “singularidad” que finalmente tiene una explicación.