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4 de agosto de 2022 às 17:17 44 views
—Eh... sí, lo vi —admitió Harry—. Fue el señor Crouch. El ojo mágico de Moody recorrió rápidamente toda la superficie del mapa. —¿Crouch? —preguntó con inquietud—. ¿Estás seguro, Potter? —Completamente —afirmó Harry. —Bueno, ya no está aquí —dijo Moody, recorriendo todavía el mapa con su ojo—. Crouch... Eso es muy, muy interesante. Quedó en silencio durante más de un minuto, sin dejar de mirar el mapa. Harry comprendió que aquella noticia le revelaba algo a Moody, y hubiera querido saber qué era. No sabía si atreverse a preguntar. Moody le daba aún un poco de miedo, pero acababa de sacarlo de un buen lío. —Eh... profesor Moody, ¿por qué cree que el señor Crouch ha querido El ojo mágico de Moody abandonó el mapa y se fijó, temblando, en Harry. Era una mirada penetrante, y Harry tuvo la impresión de que Moody lo estaba evaluando, considerando si responder o no, o cuánto decir. —Mira, Potter —murmuró finalmente—, dicen que el viejo Ojoloco está Siguió mirando el mapa. Harry ardía en deseos de saber más. —Profesor Moody —dijo de nuevo—, ¿piensa usted que esto podría tener algo que ver con... eh... tal vez el señor Crouch crea que pasa algo...? —¿Como qué? —preguntó Moody bruscamente. Harry se preguntó cuánto podría decir. No quería que Moody descubriera que tenía una fuente de información externa, porque eso podría llevarlo a hacer insidiosas preguntas sobre Sirius. —No lo sé —murmuró Harry—. Últimamente han ocurrido cosas raras, Moody abrió de par en par sus dos ojos desiguales. —Eres agudo, Potter. —El ojo mágico vagó de nuevo por el mapa del
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