alwayspotter
alwayspotter
Visitors

Today: 0
Week: 18
Total: 26.309

%AVATAR%

%LOGIN% %TIMESTAMP%

%COMMENT%

24 de abril de 2024 às 04:56 14 views

 

—Simplemente, querríamos felicitar al señor Bagman por su espléndida actuación dentro del equipo de Inglaterra en el partido contra Turquía del pasado sábado —dijo la bruja con voz entrecortada.

El señor Crouch parecía furioso. En aquel momento, la mazmorra vibraba con los aplausos. Bagman respondió a ellos poniéndose en pie, inclinándose y sonriendo.

—Una infamia —dijo Crouch al sentarse junto a Dumbledore, mientras
Bagman salía de la sala—. Claro que Rookwood le iba a dar un puesto... El día en que Ludo Bagman entre en el Ministerio será un día muy triste...

Y la sala volvió a desvanecerse. Cuando reapareció, Harry observó a su alrededor. El y Dumbledore seguían sentados al lado del señor Crouch, pero el ambiente no podía ser más distinto. El silencio era total, roto solamente por los secos sollozos de una bruja menuda y frágil que se hallaba al lado del señor Crouch. Con manos temblorosas, se apretaba un pañuelo contra la boca. Harry miró a Crouch y lo vio más demacrado y pálido que nunca. En la sien se apreciaban las contracciones de un nervio.

—Tráiganlos —ordenó, y su voz retumbó en la silenciosa mazmorra.

La puerta del rincón volvió a abrirse. Aquella vez entraron seis dementores flanqueando a un grupo de cuatro personas. Harry vio que todo el mundo se volvía a mirar al señor Crouch. Algunos cuchicheaban.

Los dementores colocaron al grupo en cuatro sillas con cadenas que
habían puesto en el centro de la mazmorra. Había un hombre robusto que miró a Crouch inexpresivamente; otro hombre más delgado y de aspecto nervioso, cuyos ojos recorrían la multitud; una mujer con cabello negro, brillante y espeso, y párpados caídos, que se sentó en la silla de cadenas como si fuera un trono, y un muchacho de unos veinte años que parecía petrificado: estaba temblando, y el pelo color de paja le caía sobre la cara de piel blanca como la leche y pecosa. La bruja menuda sentada al lado de Crouch comenzó a balancearse hacia atrás y hacia delante en su asiento, lloriqueando sobre el pañuelo.

Crouch se levantó. Miró a los cuatro que tenía ante él con expresión de
odio.

—Se los ha traído ante la Junta de la Ley Mágica —dijo pronunciando con claridad— para que podamos juzgarlos por crímenes tan atroces...

—Padre —suplicó el muchacho del pelo color paja—. Por favor, padre...

—... que raramente este juzgado ha oído otros semejantes —siguió
Crouch, hablando más alto para ahogar la voz de su hijo—. Hemos oído las pruebas presentadas contra ustedes. Los cuatro están acusados de haber capturado a un auror, Frank Longbottom, y haberlo sometido a la maldición cruciatus por creerlo en conocimiento del paradero actual de su jefe exiliado, El-que-no-debe-ser-nombrado...

—¡Yo no, padre! —gritó el muchacho encadenado—. Yo no, padre, lo juro. ¡No vuelvas a enviarme con los dementores...!

—Se los acusa también —continuó el señor Crouch— de haber usado la maldición cruciatus contra la mujer de Frank Longbottom cuando él no les proporcionó la información. Planearon restaurar en el poder a El-que-no-debeser- nombrado, y volver a la vida de violencia que presumiblemente llevaron ustedes mientras él fue poderoso. Ahora pido al jurado...

—¡Madre! —gritó el muchacho, y la bruja menuda que estaba junto a
Crouch sollozó con más fuerza—. ¡No lo dejes, madre! ¡Yo no lo hice, yo no fui!

—Pido a los miembros del jurado —prosiguió el señor Crouch— que
levanten las manos si creen, como yo, que estos crímenes merecen la cadena perpetua en Azkaban.

Todos a la vez, los magos y brujas del lado de la derecha, levantaron las manos. La multitud de la parte superior prorrumpió en aplausos, tal cual habían hecho con Bagman, con el entusiasmo plasmado en la cara. El muchacho gritó con desesperación:

—¡No, madre, no! ¡Yo no lo hice, no lo hice, no sabía! ¡No me envíes allí, no lo dejes!

 

 

Subscriptions with local payment methods

Unlimited photos

Subscribe to Meadd